A partir de la recolección de prendas de vestir en plaza España, se hace un rastreo por los cuerpos y memorias retenidos en el objeto material. La instalación parte desde el gesto y acción de doblar,la cual dota de espacio y cuerpo a la prenda, a partir del cansancio y el límite del cuerpo artista que opera el espacio. La imagen resultante es un espacio distópico, amplio, lleno, inmenso, incómodo, que evoca memorias, narraciones, sensaciones. Así dos toneladas de prendas se apropian del espacio,
haciendo evidente en ellas cuerpos en estado de presencia –ausencia, el cuerpo que alguna vez albergó, el cuerpo que aun puede ser albergado y el cuerpo que construye y destruye el espacio .